“Después de caminar durante medio día, llegaron a una ciudad llamada Atrapa-tontos. Nada más entrar en la ciudad, Pinocho vio todas las calles llenas de perros pelones, que bostezaban de hambre; de ovejas esquiladas, que temblaban de frío; de gallinas sin cresta y sin barbas que pedían un grano de maíz de limosna; de grandes mariposas que no podían volar, porque habían vendido sus bellísimas alas de colores; y de pavos reales sin cola, que se avergonzaban de dejarse ver; y de faisanes, que caminaban a pasos cortitos, lamentando sus centelleantes plumas de oro y plata, perdidas ya para siempre.
En medio de esa multitud de pordioseros y de pobres avergonzados, pasaban de cuando en cuando algunas carrozas señoriales ocupadas o por una Zorra, o por una Urraca ladrona, o un pajarraco de rapiña.”
Le aventure di Pinocchio,
storia di un burratino
Carlo Collodi